El concepto de producto y servicio

 

Esta semana ha vuelto nuestra profesora y explicaremos el tema del concepto de producto y servicio.

La sociedad actual se mueve bajo el cambio. Percibimos la transformación y se admite que estamos abandonando la visión industrial del mundo, pero aún nadie se encuentra en disposición de poder anunciar con certeza qué va a reemplazarla.

La nueva sociedad que se desarrolla se define muy bien con conceptos como: cambio, conocimiento, interacción, complejidad o movimiento.

Sea como fuere, la sociedad industrial le está cediendo lugar a otra donde el principal recurso económico es y será el conocimiento y el desarrollo de la inteligencia. Es decir, el conocimiento en sus distintas formas de expresión, sustituirá a cualquier factor tradicional de producción, como tierra, producto y capital.

En los últimos años han ocurrido muchos cambios rápidamente que han provocado una época de incertidumbre, un ejemplo de ello sería el nacimiento de la Inteligencia Artificial. 

Por otro lado, debemos reflexionar acerca de lo que es la desinformación, las fake news y la postverdad. Estamos expuestos a tanta información, que muchas veces no distinguimos lo que es verdad y lo que no. Es una época en la que vivimos en un mundo de la inmediatez y eso pasa factura con la información. Muchas de las personas no tienen capacidad crítica para reflexionar y  de contrastar la información con otras fuentes o medios de comunicación.

En los servicios públicos, la corriente burocrática tradicional ha funcionado durante décadas, y sus normas y formas de actuar han sido aprendidas, transmitidas e interiorizadas por los empleados públicos pero, actualmente, existe una gran presión de los ciudadanos para ser considerados cada vez más clientes con todos sus derechos.

La razón social de cualquier biblioteca es trabajar para la sociedad. Ya sea para un colectivo más amplio o más específico, la biblioteca nace para ser útil a los ciudadanos, para darles servicio, para apoyar su desarrollo, para contribuir a su formación o para ofrecer posibilidades de ocio. 

Para que la biblioteca sirva a la sociedad deben tenerse en cuenta una serie de elementos de forma conjunta: 

En primer lugar, una biblioteca necesita personal preparado y motivado por su trabajo. Además, se requieren instalaciones y equipamientos suficientes como para dar servicios públicos en condiciones oportunos. A estos elementos hay que añadir otros dos estrictamente bibliotecarios: los recursos de la información que se van a ofrecer y los servicios mediante los cuales se permitirá al usuario tener acceso a las colecciones.

Por debajo de esta estructura (personal, instalaciones, recursos y servicios) se aprecia la verdadera función de la biblioteca: ser intermediaria entre los recursos y la sociedad.

  • una biblioteca no parece que no tiene que rendir cuentas como una empresa.

  • todo se encuentra orientado a un correcto servicio 

Nuevos entornos tecnológicos

En los últimos años, el motor de búsqueda como Google se ha convertido en un elemento omnipresente. Líder en las tecnologías de búsqueda, es la alternativa preferida de los usuarios en sus necesidades de referencia. Sin exagerar, tenemos que reconocer que Internet se ha convertido en la principal fuente generadora de los cambios que nos afectan. Es imposible encontrar algún bibliotecario que su vida profesional no haya sido afectada por Internet. Los millones de páginas web con contenidos disponibles representan un regalo divino y al mismo tiempo una maldición.

En la actualidad, existen muchos motores de búsqueda como bing, opera, firefox, DuckDuckGo, yahoo, y compiten entre ellos. Es evidente que el motor de búsqueda más usado es Google, ya sea por comodidad o el único que conozcamos. 

Esto provoca que los bibliotecarios tengan la sensación que ya se ha perdido el control de aquello que alguna vez fue un universo definido y ordenado como es la biblioteca. Esa sensación de que las bibliotecas sólo están para la consulta de información difícil de encontrar, escasa y cara. En un entorno de restricciones económicas de las inversiones públicas relacionadas con el mantenimiento de los bienes públicos, las bibliotecas serán las primeras afectadas. Asistimos a una época de cambios profundos en la infoesfera de los usuarios de las bibliotecas. 

En la situación real, a veces se acude a una biblioteca como último recurso, y las inversiones en fondos públicos es un bien que hay que mantener. Es evidente que estamos en un cambio del entorno cultural, las estructuras productivas, en las formas de relación social, la creación y la difusión del conocimiento. 

Las bibliotecas no solo sirven para consultar libros, se ofrecen otros servicios que tal vez sean desconocidos por los usuarios. También es necesario que las instituciones públicas se acerquen a los usuarios a través de los medios de comunicación más demandados, y las redes sociales. 

Motor de búsqueda Google

Desde sus inicios Google sorprendió por su rapidez y adaptación a los cambios de los usuarios, por clasificar la información según el uso y por la innovación y nuevos servicios que ofrece constantemente. Las estadísticas sobre su uso hablan por sí solas: 

• Procesa 100 mil millones de búsquedas cada mes 

• A través de Google se realiza el 89,3% del total de las búsquedas en Internet

• Cada día, entre el 16% y el 20% de esas búsquedas son nuevas 

• Desde 2003 Google ha contestado a 450 mil millones de búsquedas 

• En 2023 más de la mitad de las búsquedas en Google se realizan a través de dispositivos móviles 

• Para llevar a cabo estas búsquedas, el centro de datos de Google utiliza 0,01% de la electricidad mundial.

Por tanto, los bibliotecarios universitarios han sido los primeros en adoptar y en utilizar las herramientas de Google en el entorno académico. Esta adopción surge a partir de las nuevas tecnologías en beneficio de su trabajo y de la institución académica. Google ofrece aplicaciones útiles y muy fáciles de usar para gestionar la información y la colaboración de una manera eficiente. 

Nuevos estudiantes, nuevos usuarios

Julián Martina clasifica a los distintos tipos de usuarios de biblioteca en varias categorías. Entre ellos se encuentran el estudiante, quien busca información y la ayuda del personal bibliotecario; la persona mayor, que busca libros u otros materiales en préstamo; el usuario que asiste únicamente a actividades realizadas en la biblioteca; el usuario online; el opositor; el madrugador; los usuarios que van en grupo; aquellos que se preocupan por su apariencia; los que están enfermos o tienen alergias; los que se molestan fácilmente por el ruido; aquellos con un carácter difícil e incluso agresivo; los usuarios sociales que buscan conversación; los nerviosos y angustiados; aquellos que solo hacen acto de presencia; los de última hora; los que se distraen fácilmente; y los no usuarios de biblioteca, que incluyen a personas desempleadas o sin recursos. Además, se debatió sobre la falta de empatía de algunas personas en diferentes entornos, como los supermercados


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