Tema 4. Los Nuevos Catálogos
En esta clase dimos el tema de los Nuevos Catálogos, y comenzamos dando lo que es un catálogo. El término de cátalogo proviene del latín "catalogum" y del griego "katalogos", que significa lista o registro. Se define como un inventario ordenado de personas, cosas o sucesos. Los primeros catálogos se remontan a la época sumeria, en forma de tablas de arcilla con títulos de obras y breves descripciones, diferentes a los catálogos modernos. Es notable que los catálogos surgieron junto con la invención de la escritura, facilitando la recuperación y preservación de la información.
Durante la Edad Media,
los catálogos eran simples inventarios alfabéticos de autores o títulos, o
registros organizados por estantes. Con la imprenta, aparecieron los primeros
catálogos impresos, aunque su estructura permaneció similar a la de los manuscritos.
En el Renacimiento, el auge de las bibliotecas privadas de bibliófilos impulsó
la evolución de los catálogos. En el siglo XVII, las grandes bibliotecas
públicas comenzaron a valorar los libros por su contenido, dando origen a los
catálogos de materias. En el siglo XVIII, los catálogos se transformaron en
fichas bibliográficas, y en el siglo XX, en catálogos automatizados accesibles
en línea mediante OPACs (Online Public Access Catalog).
En este punto hemos contado de forma breve la definición de catálogo y la historia. Ahora explicaremos los catálogos modernos, destacando su transformación gracias a la tecnología y su papel crucial en la organización y acceso a la información.
Los catálogos modernos se
centran en la organización y ordenación de documentos digitales, siguiendo
normas de catalogación y metadatos. La transición de catálogos manuales a
automatizados ha modificado significativamente las actividades de catalogación,
ahora desarrolladas en un entorno tecnológico. Existen dos tipos de
procedimientos: centralizado y cooperativo. En España, la Biblioteca Nacional
gestiona la catalogación centralizada a través del departamento de Control
Bibliográfico. En la década de 1990, la base de datos Ariadna se integró en la
web, reflejando la evolución hacia catálogos digitales. Un desarrollo clave es
el proyecto de datos enlazados de la Biblioteca Nacional.
Los catálogos modernos se encuentran relacionados con la catalogación compartida. Esto implica que la cooperación entre bibliotecas independientes sirva para crear y compartir registros bibliográficos. Programas cooperativos notables incluyen LOC - OCLC en Estados Unidos y, en España, el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español y REBIUN.
Por otro lado, con el aumento de
registros catalogados, los protocolos recientes se centran en el intercambio
de datos, como el Z39.50 y el SRU/SRW. Estos permiten la importación y
exportación masiva de registros en la web y la búsqueda y recuperación de
registros usando protocolos interoperables. Los Sistemas Integrados de Gestión
Bibliotecaria (ILS) facilitan la indexación de contenidos por buscadores, y permiten búsquedas semánticas en diferentes catálogos y colecciones.
En conclusión, los catálogos muestran resultados específicos de documentos a diferencia de Google. Sí lo que queremos es buscar una obra muy específica los catálogos nos ayudaran a encontrar la obra deseada. La búsqueda de libros en Google suele ser más general, no tan especifica.
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